domingo, 3 de enero de 2010

Pandemias y Panzootias, Dos Caras de una Misma Moneda

Aunque muchos puedan no verlo de igual manera, estamos asistiendo en estos mismos momentos, en vivo y en directo, a un muestreo por demás estremecedor del tremendo revuelo y de los espeluznantes efectos que una enfermedad transmisible es capaz de causar en una población, cuyos responsables de mantenerla sana no se hallaban debidamente preparados para hacer frente a este tipo de contingencia.
No tengo la intención de enumerarlos, porque eso me llevaría mucho tiempo y espacio, y porque pienso, además, que resultan a estas horas demasiado obvios como para que cualquier persona medianamente informada los haya tomado debidamente en cuenta (lo que me exime, justamente, de tener que hacerlo.)
Lo que sí deseo hacer, aprovechando esta ominosa presencia de la gripe A, es suscitar una profunda reflexión en el ánimo de mis compañeros de afición sobre los innumerables dolores de cabeza y los grandes perjuicios económicos y deportivos que nos causan las enfermedades virósicas propias de nuestras aves cuando se introducen en nuestros palomares.
Y decirles que no basta con que los más de nosotros vacunemos. Debemos hacerlo de una manera concertada y al mismo tiempo, para que los efectos de la medida sean realmente los esperados.
Las enfermedades transmisibles de las palomas deben ser obligatoriamente denunciadas por sus dueños, para que todos podamos adoptar las medidas pertinentes y, además, los palomares afectados deben ser puestos necesariamente en cuarentena, para que ellas no se extiendan.
Además, las personas que actúan de comisarios deportivos no sólo deben velar por la correcta higiene de las jaulas y contar las palomas que se introducen en ellas para evitar el hacinamiento, sino atender también, y muy especialmente, a la posibilidad de que se introduzcan animales enfermos o sospechosos fuertemente de estarlo, porque contagiarían entonces a todo el contingente.
Todos sabemos que existen palomeros irresponsables que meten en las jaulas palomas afectadas de viruela, escudándose después en la excusa poco creíble de que les pareció que se trataba de un picotazo. Debemos terminar drásticamente con esas prácticas irresponsables y antideportivas.
Tenemos después los problemas anejos a la transportación defectuosa de los animales. Los continentes deben estar debidamente adaptados a su contenido. La ventilación del interior de los mismos debe estar asegurada y bien dispuesta, para que el aire viciado se elimine sistemáticamente. De nada vale que hagamos en nuestros palomares todo lo que tenemos que hacer si al final tropezamos siempre con las mismas piedras.
Y para finalizar, me referiré muy brevemente a un tópico que todos deberíamos conocer de cerca: la epidemiología.
Recibe este nombre, la ciencia que estudia las causas, naturaleza y propagación de las epidemias y los medios idóneos para evitarlas y combatirlas.

Se dice que existe una epidemia, cuando una enfermedad determinada ataca en el mismo tiempo y lugar a gran número de sujetos.

Si esto ocurre con relación a un número escaso de individuos y en forma aislada, estaremos entonces en presencia de casos o focos esporádicos:

La comprobación de casos aislados de una misma enfermedad, de manera constante, pero sin que haya relación aparente entre ellos, y cuya permanen-cia se halla condicionada a la existencia de factores físicos y biológicos, determina la existencia de una endemia, tal como ocurre con el paludismo en la Argentina.

Ahora bien, si la epidemia se extiende a otras poblaciones, traspasando las fronteras nacionales, nos hallamos entonces en presencia de una pandemia.

Los términos equivalentes empleados en epizootiología, la ciencia que estudia las causas, naturaleza y propagación de las enfermedades que atacan a un gran número de animales, son:

a) Epizootia
b) Enzootia y
c) Panzootia

En los estudios de las epizootias se tiene muy especialmente en cuenta la prevalencia de la enfermedad, que es el conocimiento del número de sujetos que resultan afectados a un mismo tiempo.



Juan Carlos Rodolfo Ceballos García,
Villa General Arias,
Partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales, Provincia de Buenos Aires,
Argentina.
04.07.2009

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